Tarta de chocolate tremenda

Una vez terminé esta tarta no sabía qué nombre ponerle. Está hecha combinando un montón de recetas y añadiendo algunas cosas de mi cosecha, así que supongo que la puedo considerar "mía". Ha tenido un éxito total en una fiesta, y realmente para lo buena que queda no es muy complicada de hacer. Mi objetivo era utilizar los ingredientes que tenía en casa sin tener que comprar nada, y lo logré; de ahí el uso de tantos tipos de chocolate diferentes. Las fotos no tienen buena calidad porque las hice corriendo con el móvil.
Por supuesto, podéis hacer la tarta más simple utilizando un solo tipo de bizcocho, en cuyo caso recomiendo el de chocolate blanco (piso 1) porque tiene un sabor suave y delicioso.

Pisos  1 y 2- Bizcocho de chocolate blanco y bizcocho de chocolate intenso
Ingredientes 

175g de mantequilla a temperatura ambiente
100g de chocolate blanco para postres
100g de chocolate negro para postres (preferiblemente negro intenso de Nestlé o Valor)
3 huevos
100 ml de leche
175g de azúcar
1 sobre de levadura (16g)
200g de harina
2 cucharadas de café cargado (tranquilos, no sabrá a café)
1 cucharadita de extracto o esencia de vainilla
Para decorar (opcional): Virutas de chocolate blanco (las compré en LIDL). Podéis usar otras cosas.

Preparación

Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar dos moldes iguales de entre 21 y 23 cm de diámetro (los míos son desmontables, los recomiendo para bizcochos de tarta).
Trocear el chocolate blanco y el negro en dos tazones separados y meter en el microondas unos 45 seg, hasta que se fundan por completo. Dejar enfriar un poco.
Mezclar el resto de los ingredientes excepto el café y el extracto de vainilla en un cuenco. Se puede usar batidora.
Dividir la masa en dos cuencos. A la masa para el piso 1 hay que añadirle el chocolate blanco fundido y la vainilla. A la masa para el piso 2 se le añade el chocolate negro y el café.
Verter cada masa en sus respectivos moldes para horno y, por turnos, hornear unos 20-25 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salgan secos. No subirán mucho porque son pisos de tarta, vigilad que no se tuesten demasiado (un truco es cubrirlos con papel de aluminio cuando falten 3 minutos para terminar la cocción).
Desmoldar cuando se hayan enfriado un poco y colocar sobre una rejilla. Una vez fríos, envolver cada "piso" con papel film transparente y meter en la nevera al menos medio día. Lo ideal es prepararlos para el día siguiente.

Piso 3 - Bizcocho de galletas maría sin huevo
Ingredientes

130 g de harina
Una pizca de sal
5 galletas tipo maría
100 g de azúcar
1/2 sobre de levadura
25 ml de aceite de oliva
10 ml de esencia de vainilla
100 ml de agua

(Realmente lo que pasó fue que se me acabaron los huevos y me tuve que apañar...)

Preparación

Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar otro molde igual a los anteriores.
Picar las galletas con una picadora, mortero o rompiéndolas con las manos, cuanto más finitas mejor.
Batir todos los ingredientes con la batidora y verter en el molde. Hornear 20-25 minutos.
Igual que los anteriores, envolver en film cuando se haya enfriado y a la nevera.

AL DÍA SIGUIENTE...

Buttercream de chocolate negro para el relleno y la cobertura:
En realidad utilicé dos tipos distintos de buttercream, pero me quedo con la receta de Alma, que saqué de su blog.

90g de mantequilla a temperatura ambiente
70g de cacao en polvo (amo la marca Valor)
325g de azúcar glacé
85ml de leche

1/2 cucharadita de extracto de vainilla

(Es posible que tengáis que duplicar las cantidades para tener buttercream suficiente para relleno y cobertura)

Batir la mantequilla con la mitad del azúcar y todo el cacao a ritmo constante con una batidora de varillas. Yo uso una amasadora eléctrica manual, porque la Kitchen Aid es un sueño inalcanzable de momento...
Añadir la leche mezclada con el extracto de vainilla. Batir más.
Agregar el resto del azúcar glacé. Seguir batiendo.
La mezcla tiene que adquirir una consistencia homogénea y muy cremosa y manejable; suele ser necesario batir 3-4 minutos para conseguirla.
Refrigerar la buttercream al menos media hora.  

Montaje de la tarta
Necesitaréis un pie de tarta (aunque una bandeja desechable resistente os puede servir) y una espátula de metal larga.
Si los bizochos están muy abombados, necesitaréis una segueta o nivelador de repostería que os permitirá cortar la parte convexa y quedaros con un estupendo piso de bizcocho plano. Eso sí, el piso 3, el que irá arriba del todo, es mejor no tocarlo.
Para fijar el piso 1 a la base y que la tarta no se mueva se puede usar un pegote de nuestra maravillosa buttercream (dejad de lamer la cuchara que os estoy viendo ^^). Se coloca el piso 1, se unta relleno generosamente con ayuda de la espátula, calculando que al poner el piso 2 no rebose por todos lados. Se hace lo mismo con el siguiente piso, de modo que nos quedan 3 pisos con sus 2 capas de relleno chocolatoso.
Ahora viene lo complicadillo, que yo aún no domino por completo. Con la espátula se echa un buen pegote de masa en lo alto de la tarta y se extiende con movimientos suaves para cubrir la parte superior y que quede razonablemente lisa; lo que vaya rebosando por los lados se usa para cubrir los laterales. La técnica para que quede una tarta lisa y preciosa se adquiere con práctica. Ver un vídeo ayuda mucho: este por ejemplo.

Una vez recubierta de chocolate, podéis decorarla como os guste, con buttercream de otro color para escribir con manga pastelera, virutas de chocolate, adornos de fondant etc.

¡Espero que esta tarta os solucione un cumpleaños o una fiesta!