Ingredientes para la tarta:
-160 gramos de galletas María hojaldradas (son más gruesas que las normales)
-90 gr. de mantequilla
-400 gr. de queso de untar
-200 gr. de chocolate blanco, mejor si es especial para fundir (Nestlé tiene uno excelente)
-3 huevos
Ingredientes para el coulis:
-140 gr. de fresas naturales
-70 gr. de azúcar
Elaboración:
-Triturar las galletas a mano o con una picadora, para que queden migajas de tamaño similar. Mexclar en un cuenco con la mantequilla derretida y hacer una pasta algo suelta.
-Con esta masa, cubrir el fondo de un molde desmontable (esto es esencial) de 16-18 cm de diámetro. El mío era de 24 cm y por eso ha quedado más fina de la cuenta, lo ideal es que quede más alta. Presionar bien las galletas para hacer una base sólida. Refrigerar el molde "engalletado" mientras se prepara lo demás.
-Precalentar el horno a 160ºC.
-Derretir el chocolate. El Nestlé se derrite en un cuenco con varias cucharadas de agua, al microondas. Supongo que con otros no habrá problema siempre que lo vigiléis cada pocos segundos.
-En un bol grande, batir el queso de untar y el chocolate hasta que quede una masa homogénea.
-Ir añadiendo los huevos uno a uno y seguir batiendo hasta que se integren por completo.
-Sacar el molde de la nevera y verter la masa blanca sobre la base de galletas, que ya estará más sólida.
-Meter en el horno unos 50 minutos. No os asustéis si veis que se ponen de color marrón la parte superior y el borde (yo me asusté bastante); por lo visto es normal y además luego la parte superior irá cubierta y no se verán las posibles imperfecciones.
-Para desmoldarla hay que tener cuidado. Es buena idea dejarla enfriar, o bien en una rejilla o en la nevera directamente, antes de desmoldarlo. Trazar el contorno con un cuchillo para evitar que se nos queden trozos de tarta pegados al molde. Retirar la pared del molde, y si no os queréis arriesgar podéis dejarla sobre el fondo del molde a modo de bandeja, al menos hasta que esté bien fría. Recordad que es más frágil que una tarta de bizcocho.
-Mientras se enfría, poner las fresas y el azúcar en un cazo pequeño y cocinar a fuego bajo durante 15-20 minutos. Las fresas reducirán su tamaño y el aspecto será como de sirope. Tras retirarlas del fuego, batir con una batidora de mano normal. No tiene que quedar muy líquido ni demasiado espeso.
-Con ayuda de una cuchara, verter y repartir el coulis de fresas sobre la tarta para que cubra bien toda la parte superior.
-Meterla en la nevera al menos unas horas antes de consumirla. Yo la hice de un día para otro, y a la hora de comerla estaba perfecta.
Bon appetit! :-D
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